Existen dos tipos de residentes. Están los que creen que se las saben todas. Los que consideran que...
Los conflictos, las agresiones y las demandas en contra de médicos e instituciones no da tregua, cualquier situación derivada de la prestación de servicios de salud se ha convertido para algunos pacientes y sus familiares, en razón suficiente para realizar cualquier tipo de exigencia, claro está, con ciertos gramos de presión y amenaza por cualquier medio digital.
Todo inicia con la solicitud de historia clínica y demás documentos médicos, y aquí inicia la zozobra, lo primero que se viene a la mente de un profesional es “Me quiere demandar” y lo primero que se escucha en el consultorio o en la clínica, son las siguientes preguntas que se formulan con preocupación: ¿Dónde están los documentos del paciente?, ¡Necesito que me los busquen!, ¿Si los escanearon?, ¿Los cargaron al sistema?, ¿Si los encontraron?, ¿No encuentran los consentimientos informados?, ¡¿Cómo así?!, ¿Cómo no van a estar si yo los diligencié?, claro, LO PEOR QUE PUEDE PASAR ES QUE LOS DOCUMENTOS ESTEN PERDIDOS, ESTÉN INCOMPLETOS, O QUE NO ESTÉN FIRMADOS QUE ES SIMILAR A NO TENERLOS.
¿Imprimir documentos médicos?, ¿Hacerlos diligenciar físicamente?, ¿Archivarlos en físico?, ¿Escanearlos?, son algunas de las tareas que tienen que desaparecer en la prestación de servicios de salud por el riesgo al que se exponen los profesionales en caso de que los originales se deterioren o se pierdan, ya que un scanner por sí solo, no certifica la veracidad o legitimidad de las firmas de los pacientes que en ellos se consigna. Además, realizar todos estos actos, requiere de mucho tiempo y recursos, que pueden ser utilizados en la adecuada y oportuna atención al paciente. Así que, ¡tener documentos en físico en plena era digital y perderlos, es una “oportunidad” que les sugiero saltarse, ya que puede salir muuuy caro!
Si no es en físico, entonces ¿Qué alternativa segura tengo?
Para nadie es un secreto lo dificultoso que puede resultar en ocasiones imprimir, diligenciar, escanear y archivar documentos médicos en físico, ¡esto se ha convertido en un problema!, pues además del estrés, del tiempo que requieren estos actos y de la ocupación del espacio físico para el archivo, en ocasiones el volumen de pacientes es mucho y el tiempo de trabajo no da para cumplir con estas tareas administrativas, pudiéndose omitir estos pasos por parte del equipo, creando el riesgo de que estos documentos terminen desorganizados o en el peor de los casos perdidos, lo que los expone a sanciones disciplinarias y responsabilidades que pueden evitarse.
En esta era de transformación digital, los contratos que se realizan con pacientes, los consentimientos informados para los procedimientos programados, los consentimientos para el uso de fotografías, las autorizaciones brindadas por el paciente, los acuerdos, entre muchos otros documentos frecuentes en la práctica médica, pueden ser absolutamente digitales, es decir, de principio a fin, omitiendo todos los pasos administrativos para el archivo físico que normalmente se realizan, con la garantía de respaldo médico y jurídico.
Para esta digitalización, existe una herramienta llamada Firmas Digitales, la cual permite que todos estos documentos sean cargados a un sistema, sean enviados a un paciente, sea firmado por este de manera digital y se archive electrónicamente de forma inmediata, con este programa se sabe quién lo envió, la hora, la fecha, el momento en el que se abrió por el paciente y lo más importante, sobre todos estos pasos se emite una Certificación Electrónica que además respalda la firma del paciente por medio de un sistema de Autenticación Digital de Firmas, en otras palabras, esto surte el efecto de una firma autenticada ante notaría, por lo que realizarlo de esta manera es totalmente legal.
Dicho de otro modo, el médico, el paciente y el equipo de salud podrán firmar digitalmente documentos generados de la prestación del servicio, y no será necesario tener un mamotreto de documentos impresos y diligenciados a mano.
¿Esta herramienta cuenta con respaldo legal?
Esta herramienta puede utilizarse con total tranquilidad ya que cuenta con respaldo normativo, a través de la ley 527 de 1999, la ley 1437 de 2011, el decreto 2364 de 2012, y jurisprudencia nacional e internacional que respaldan y permiten el ejercicio de los derechos al uso de tecnologías, a la seguridad digital, la transparencia, la legalidad y la disponibilidad, que habilitan el uso de las firmas digitales en la prestación de servicios de salud.
No cabe duda de que la Autenticación de Firmas Digitales es un aliado imprescindible en el ejercicio profesional, por su facilidad, eficiencia, seguridad y sobre todo, por el respaldo jurídico que esta brinda.
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