Blog

Recién Egresado (Rural)

Escrito por Dirección Jurídica Scodem | 05 . 04 . 24
 

Hay dos tipos de médicos. Los que se dedican a esto por pasión a lo que hacen, y el resto. 

Los primeros saben que, como en toda profesión, en ocasiones debemos tragarnos algún “sapo”. Pero los segundos, ¡no quisieran tragarse ni siquiera los que les toca!. Te lo ponemos muy fácil con un ejemplo:

Un médico apasionado, sabe que se debe tragar el “sapo” de hacer turnos cuando en ocasiones preferiría estar con su familia o amigos, no obstante, tiene claro también, que cuando pretenden que ese turno sea de 24 horas sin descanso, eso es un “sapo” que no tiene por qué tragarse. 

Un médico que no estudió por pasión a lo que hace, es el tipo de médico que nos llama (ojo con esto, que es una historia real…), porque no quiere hacer una necropsia porque le tiene miedo a la sangre. 

Lo único que podemos decirte, es que si eres de los segundos, no deberías contratarnos. Ni a nosotros ni a ningún gestor legal. 

Que tu entidad lleve 3 meses sin pagarte, es un “sapo” que no te deberías tragar. 

Que debas soportar amenazas por parte algún malandrín o gamonal del pueblo, porque el paciente que estabas atendiendo no salió de la manera que él esperaba, es un “sapo” que tampoco te debes tragar. 

Que sufras un acoso laboral, es otro “sapo” que tampoco deberías tragarte. 

Que alguien pretenda que emitas un certificado de defunción cuando no has visto nunca al paciente fallecido, y ni siquiera cuentas con una historia clínica que te de algún contexto, tampoco. 

En SCODEM nos gusta trabajar con personas que saben lo que estudiaron. Entienden los riesgos inherentes a su profesión y las incomodidades que a veces puede traer. Y les gusta, lo disfrutan, y los riesgos los mitigan (para eso estamos).

La breve historia de Andrea…

Cuando llegó a realizar su rural en un pueblo algo apartado de la geografía nacional, no llevaba sino su ropa y las ganas de aprender. También llevaba una tercera cosa: La afiliación a nuestro servicio. 

Como es costumbre, las necropsias y los certificados de defunción fueron la primera responsabilidad que le adjudicaron, como una bienvenida a su aventura, la primera noche recibe una llamada de su jefe. La petición era algo particular y un poco aterradora para ser su primer día:

Debía ir de inmediato a hacer una necropsia. Al fin y al cabo era su responsabilidad. Un detalle adornaba toda la situación: debía hacerla en el cementerio del pueblo. 

Andrea, ante la petrificación en la que estaba se acordó de la afiliación a nuestro servicio. 

Gracias a esta llamada, Andrea pudo afrontar con argumentos legales una situación que por decir lo menos hubiera quedado en su cabeza por el resto de sus días. Esto, sin ella pretenderlo, sentó un precedente: No estaba sola. (una lección que aprendió esa misma noche su jefe.)

Por lo tanto es importante que sepas que…

Si vamos a trabajar juntos, siempre viene bien poder intuir qué tipo de “sapos” te debes tragar, y cuáles no, Si tienes dudas al respecto, nos preguntas. Sin problema. 

Si le tienes miedo a la sangre, no. No pierdas tu tiempo. 

Si quieres contar con un respaldo legal serio, confiable y disponible para ti las 24 horas con la mejor disposición y muchos, pero muchos años de experiencia, estaremos cuando nos necesites.